viernes, 5 de abril de 2013

Lope precursor de los libertadores: la tesis aguirrista modo nueva novela latinoamericana de Otero Silva


Miguel Otero Silva, Lope de Aguirre, Príncipe de la Libertad (1979)

La novela de Miguel Otero Silva constituye una visión radicalmente distinta de la que dan las crónicas del tiempo de Aguirre, y casi opuesta a la de Ramón J. Sender.

Para Otero Silva, Aguirre no es un resentido buscando reivindicarse, como el antihéroe o héroe rebelde de Sender, sino un hombre valiente, afanoso de hacer justicia, como entre otros apunta Rita Gnutzmann (1988) a la hora de comparar la lectura que hacen de él estos dos autores:

"Ha sido pasado por alto a la hora de las recompensas -y reclamar su parte justa ciertamente no es ni resentimiento ni venganza" (pág. 123).

Para profundizar en la injusticia cometida en Aguirre, Otero introduce aquel incidente relatado por el Inca Garcilaso acerca de un tal Aguirre, castigado injustamente por el alcalde Esquivel en Potosí. Integra hábilmente la historia de Esquivel en el proceso de composición del carácter de su personaje, como señala Jorge A. Marbán (1985): "Las voces corales de viejos negociantes y de mujeres de Potosí son testigos de la incepción de los elementos que desencadenan la tragedia y comentan a la manera del teatro griego, la acción que se desarrolla ante sus ojos" (pág. 277). No se podrá decir que no les hayan advertido sobre el desenlace fatal que les espera, al uno ya, al otro más tarde, pero por lo visto hablan en vano. Escuchémoslos:

"Coro de viejos negociantes: - No presientes, no posees el don de presentir, ¡oh mísero Lope de Aguirre!, el huracán de odio que desquiciará tu vida. No salgas de Potosí, no desafíes el signo siniestro que está escrito en el aire sobre tu cabeza" (Lope de Aguirre, Príncipe de la Libertad, en adelante LAPL, pág. 57).

"Coro de viejos negociantes: - Tened cuidado, señor Alcalde, tened cuidado, no olvidéis que los hombres de pequeño tamaño suelen convertirse en desmesurados demonios si se les ofende y se les acosa. Que la prudencia os haga mudar de parecer, señor Alcalde" (Ibidem, pág. 59).

"Francisco Esquivel: - Vuestras advertencias suenan a impertinencia. Soy el alcalde y es mi encargo hacer respetar las leyes y hacer valer mi autoridad. El reo llamado Lope de Aguirre recibirá doscientos azotes en escarmiento de su desdén a las ordenanzas y en castigo de la grosera respuesta que ha dado a mis palabras [...]" (Ibidem, pág. 59).

Los azotes dados públicamente a Aguirre hieren profundamente su sentimiento de honor y avivan su deseo de venganza. Asesina a su agraviador. Las palabras de Aguirre después de consumar su venganza son "una indicación de la violencia que se ha anidado en el alma del personaje, y que hallará tantas víctimas en los años venideros" - comenta Jorge Marbán (1985, págs. 277-278). Pero que hable Aguirre! Está así de amargado:

" - Mi nuevo corazón , tallado por los azotes de Francisco Esquivel, le persiguió a él sin tregua, lo acosó día y noche hasta encontrarlo a solas, le dio al fin ese pequeño castigo que no redime la magnitud de su afrenta. He comenzado a vengarme, me obstinaré a vengarme hasta la hora de mi muerte" (LAPL, pág. 68).

Sin embargo, y como han observado varios investigadores y recuerda aquí Jorge Marbán (1985), el Lope de Aguirre recreado por Otero Silva "ya no es el malvado y enajenado asesino de las crónicas" -y de todos los historiadores y comentaristas detractores e infamadores del soldado vascongado, la línea o el bloque monolítico antiaguirrista vamos, los que lo excluyeron de la galería de héroes oficiales de la Conquista. Sus asesinatos "son medios de asegurar la propia supervivencia y con ella el éxito de los planes de un visionario" (pág. 281).

Aguirre considera que su causa es justa, lo que se propone es reparar una gran injusticia. Su "locura" consiste en estar convencido de que puede y debe reparar las injusticias cometidas por las autoridades de la colonia recién establecida hacia él y los demás defraudados de la empresa conquistadora que ahora sobraban en el nuevo Virreinato y tanto importunaban al virrey marqués de Cañete que los hacía enrolar en expediciones condenadas a fracasar y de las que sabía que no regresarían - estrategia de la que el Aguirre de Otero Silva es plenamente consciente. El asesino sanguinario delatado por los cronistas -concluye por lo tanto Marbán- se ha convertido en "un quijotesco aunque lúcido rebelde que desafía las bases del sistema político y social establecido por la Corona española en América" (Ibidem, pág. 281).

Es que de Sender a Otero Silva ha cambiado la perspectiva. Estamos del otro lado del Atlántico -sí bien, al menos físicamente, Sender también creó su personaje desde el otro lado, durante su exilio en EEUU-, habla un autor nativo del continente americano, se ha producido allí en las décadas de 1960 y 1970 y resuena todavía el impacto del "boom" (de la "explosión") de la nueva novela, y un subgénero de ésta, la nueva novela histórica latinoamericana, se hace el eco o es el propio vehículo del cuestionamiento cada vez más abierto de la historia oficial del Descubrimiento y de la Conquista del "Nuevo Mundo", en realidad una pluralidad de "Mundos Nuevos".

Ingrid GALSTER (1996) dirá que en Lope de Aguirre, Príncipe de la Libertad los lectores deberíamos asistir a una "desmitificación y rehabilitación" completa de la figura de Lope de Aguirre, pero que Otero Silva solo ha logrado parte de este propósito, ya que queda una contradicción en el actuar de Aguirre: para conseguir su libertad, priva a los demás de libertad (2011, págs. 605, 609).

Si el Aguirre reivindicador de derechos propios atropellados de Ramón J. Sender, en su calidad de justiciero despiadado deja a su paso por la isla Margarita un rastro de sangre y muerte sin precedentes, el de Otero Silva se promueve a gobernador justo de la misma. Y -observa Rita Gnutzmann (1988)- "si el Aguirre senderiano quiere ir sobre el Perú por su propio interés el de Otero, "Príncipe de la libertad", lo hace por razones distintas: es el primero en luchar por la libertad del pueblo americano, pueblo que incluirá todas las razas, blanca, negra e india" (pág. 125).

En 1918, desde el "Viejo Mundo" y su enfoque particular de compatriota del soldado vascongado y defensor de la causa vasca - pero que había pasado parte de su infancia y su juventud, se había formado y había iniciado su vida profesional en el Perú-, el historiador Segundo de Ispizúa Bajaneta ya había visto en Aguirre al primer mártir de los ideales de la independencia americana, como entre otros señala Jorge Marbán (1985):

"Creemos que ni los patriotas americanos de principios del siglo pasado, Bolíbar, San Martín, Belgrano, Sucre... alegaron mejores ni más sólidas razones para proclamar la independencia política de los países del Nuevo Mundo del dominio de España.

Antes que todos ellos, como el primer mártir de los mismos ideales, debe ser colocado el calumniadísimo y desconocido Lope de Aguirre, quien vio ya, hace tres siglos y medio, lo que fatalmente debía acontecer: la emancipación de América de España, hecho lógico, naturalísimo, justo; hecho que arranca del derecho de cada cual para disfrutar y gozar y utilizar aquello que él hizo o llegó a producir, formar y acrecentar" (ISPIZÚA BAJANETA, Los Vascos en América, Vol. V, págs. 403-404, parcialmente apud MARBÁN, 1985, pág. 275).

Siguiendo el criterio heterodoxo de Ispizúa -al menos si se puede considerar "ortodoxo" (conforme con lo generalmente admitido) el criterio oficial español del cual busca distanciarse éste, pero desde el otro lado del Atlántico y ya en otro contexto, Miguel Otero Silva presenta a su turno a Lope de Aguirre como un resistente libertario, y en este caso concreto, un profético precursor del movimiento criollo decimonónico americano:

"No eras tan loco Lope de Aguirre -afirma Otero- como te han juzgado tus infamadores. Simón Bolívar, tal como tú lo soñabas, cruzará las cumbres de los Andes [...] proseguirá su jornada triunfante hasta el Perú, y tal como tú lo soñabas, arrojará para siempre de las Indias a los gobernadores y ministros del rey español, que ya no se llamará Felipe II, sino Fernando VII" (LAPL, pág. 258 "Nota del autor").

O sea, el "Libertador" no hizo sino acabar la faena iniciada por el "Príncipe de la libertad". Lo que había fracasado nada más "conquerir" el continente americano -por haber nacido Aguirre en la época equivocada y remado a contracorriente del concepto y de los intereses de su tiempo- lo convirtió él en un éxito de mayor transcendencia, soñando con la gran "República bolivariana".

Aquel mismo Simón Bolívar es quien se había acordado de éste su "precursor" Lope de Aguirre, como señala entre otros el profesor de filosofía, poeta y ensayista venezolano de padres vascos Josu Landa (2010, orig. 2008) en su contribución a un foro temático sobre rebeldía:

“A comienzos del siglo XIX, en la atmósfera ideológica que dio pie a los procesos de independencia en América, la leyenda negra tramada contra Lope de Aguirre cedió paso a su apología y reivindicación. Simón Bolívar se encuentra entre quienes 'leen' en clave libertaria la figura del temible caudillo marañón.

Según datos aportados por Miguel Otero Silva en su novela histórica [la ya citada y referida "Nota del autor"] [...], Bolívar vio en la célebre carta que Lope envió al rey Felipe II un anticipo de las gestas independentistas en América. Más exactamente, el militar insurgente venezolano concede a ese escrito de Aguirre el rango de primera declaración de independencia en el continente.”

Tanto le gustaron determinados pasajes de la desafiante misiva de Aguirre de 1561 que hasta dio órdenes para publicarla en un diario, como recuerda con más detalle el profesor universitario y periodista argentino Vicente de Amézaga Aresti en "Bolívar y los Vascos" (1964), uno de sus numerosos artículos periodísticos dedicados al tema de la diáspora vasca:

“La obra independentista de Bolívar había tenido un precedente que él supo reconocer. Hacia 1561 pasó por Venezuela un hombre vasco que dejó su nombre lleno de trágicas resonancias. Fue Lope de Aguirre, cuya sola mención lo dice todo aquí.

Pues bien, cuando el 18 de setiembre de 1821, Bolívar embarcó en Maracaibo a bordo de una goleta que había de llevarlo a San Carlos camino de Cúcuta, donde se le esperaba para que prestase juramento como presidente de Colombia, tomó para lectura durante su travesía un ejemplar de la Historia de Venezuela, de Oviedo y Baños.

Su atención recayó, principalmente, sobre aquellos pasajes en que se narran las peripecias de Aguirre y sus marañones, aguas abajo del Amazonas, hasta la isla de Margarita y Costa Firme y más que nada le sorprendió y atrajo la célebre carta dirigida por el oñatiarra al Rey Felipe II, algunos de cuyos párrafos el Libertador leyó en voz alta para sus compañeros de travesía y dictó luego a uno de ellos, el coronel Briceño, una nota dirigida al Gobernador de Maracaibo, pidiéndole que hiciera insertar en El Correo Nacional, periódico que en aquella ciudad se editaba, la dicha carta que Bolívar calificó de 'Acta primera de la Independencia de América el año de 1560'.”

Referencias y sugerencias:
  • AMÉZAGA ARESTI, Vicente de, "Bolívar y los Vascos", en Revista de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, Caracas, 1964. Xabier Iñaki Ametzaga Irribarren, hijo del autor, ha creado varias bitácoras para difundir la obra de su padre. Otra es el "Repertorio Obras Completas Vicente Amezaga Aresti" en BLOGGER, pero éste enlaza a SCRIBD y requiere suscripción para leer o descargar las obras, incl. este artículo. Sobre la "vascuidad" de Bolívar, lea "La construcción de un Simón Bolívar vasco: del problema historiográfico a la cuestión identitaria" (2012) de ALEJANDRO CARDOZO UZCÁTEGUI (Univ. Simón Bolívar, Miranda, Venezuela) o "Simón Bolivar: La forja de un mito", artículo de ÓSCAR ÁLVAREZ GILA (Univ. del País Vasco) publicado en línea en About Basque Country en 2021 y extraído del libro Simón Bolivar, entre el mito y la historia publicado en 2008 por el Museo Simón Bolivar de Ziortza (Vizcaya, País Vasco) con motivo de los 25 años de su creación.
  • GALSTER, Ingrid, "Aguirre oder Die Willkür der Nachwelt. Die Rebellion des baskischen Konquistadors Lope de Aguirre in Historiographie und Geschichtsfiktion (1561-1992). Frankfurt am Main, Verlag K. Vervuert, 1996.
  • GALSTER, Ingrid, Aguirre o posterioridad arbitraria. La rebelión del conquistador vasco Lope de Aguirre en historiografía y ficción histórica (1561-1992). Bogotá, Universidad Javeriana, 2011. Universidad de Navarra, Ediciones Universidad de Navarra S.A. | EUNSA, 2ª ed., 2015. [Parafrasear https://core.ac.uk/download/pdf/151557366.pdf, nota 26, pág. 67: "Según Ingrid Galster, el propósito de Otero Silva era “la desmitificación y rehabilitación” de Aguirre “mediante la reconstrucción de su historia individual”. Ese objetivo sólo se logra en escasa medida porque, como advierte con acierto la autora, Otero Silva “suprime a sabiendas la contradicción que habita en la figura histórica de reclamar para sí una libertad a costa de la libertad de otros, a fin de crear un héroe positivo” (2011: 605 y 619)"]
  • GNUTZMANN, Rita, "Un ejemplo de recepción literaria: Lope de Aguirre creado por Ramón J. Sender y M. Otero Silva", en Revista de Literatura, Vol. 50, No. 99 (enero-junio 1988), págs. 111-128.
  • ISPIZÚA BAJANETA, Segundo de (1869-1924), Historia de los vascos en el descubrimiento, conquista y civilización de América, 6 vols., Bilbao (Vols. I-II), / Madrid (Vols. III-VI), EE.VV., 1914-1919. Elaborado para un concurso promocionado por el Círculo de Estudios Vascos. Título original (Vols. I-II) cambiado a Los Vascos en América: Historia de América (Vols. III-VI). Elaborado para un concurso promocionado por el Círculo de Estudios Vascos. Para refs. detalladas, ver AA.VV, Catálogo del Fondo Histórico Vasco, Bilbao, Univ. del Deusto, 2012, págs. 176-177, nos. de catálogo 2253-2268. Nos interesa aquí: Los Vascos en América: Historia de América, Vol. V, "Venezuela. Tomo II - Lope de Aguirre", Madrid, Artes Gráficas Mateu, 1918, "II. Lope de Aguirre", págs. Para referir a esta obra, utilizaremos la sigla LVEA, precisando después volumen y pág(s). según proceda. Lea en línea LVEA, Vol. V: "Venezuela. Tomo II - Lope de Aguirre".
  • ISPIZÚA BAJANETA, Segundo de, Los Vascos en América, 4: “Lope de Aguirre”. San Sebastián, Ediciones Vascas | EV, Colección “Biblioteca de Autores Vascos | BAV”, No. 9, 1979.

  • LAFARGA LOZANO, Adolfo, Los vascos en el descubrimiento y colonización de América. Bilbao, Ed. La Gran Enciclopedia Vasca, 1973.
  • LANDA GOYOGANA, Josu (Caracas 1950, de padres vascos exiliados, profesor de filosofía UNAM, poeta, ensayista), “Lope de Aguirre: primer separatista de América”, en Cristina GÓMEZ ÁLVAREZ, Josefina MAC GREGOR GÁRATE, Mariana OZUNA CASTAÑEDA (coordinadoras), 1810,1910: Reflexiones sobre dos procesos históricos. Memoria, México, Universidad Nacional Autónoma de México | UNAM, Facultad de Filosofía y Letras, 2010. Originalmente presentado como ponencia durante el Coloquio “Los centenarios: análisis y reflexión de dos procesos históricos” (México D.F., UNAM, Fac. de Filosofía y Letras, 6-10 de octubre 2008), más precisamente el 10-10-2008 en la Mesa 13: “Una mirada latinoamericana I”.


  • LANDA GOYOGANA, Josu, "Lope de Aguirre: primer separatista de América", en Luvina. [Revista literaria ...] (Universidad de Guadalajara, México), Núm. 60, "Rebeldía", (otoño 2010). Este número se puede descargar en formato PDF, ver allí págs. 78-82.

  • LANDA GOYOGANA, Josu, "Lope de Aguirre: El poder y la furia”, uno de los ensayos que el autor publicó en su libro Tanteos, México, Afínita Editorial, 2009.

  • LEFÈRE, Robin (Université Libre de Bruxelles | ULB), "Historia y ficción: la figura de Lope de Aguirre" en JOSET, Jacques, y Philippe RAXHON (dirs.), 1898-1998. Fines de siglos. Historia y literatura hispanoamericanas [en línea]. Liège, Presses Universitaires de Liège | PUL, 2000, págs. 129-146.
  • MARBÁN, Jorge A., "Transfiguración histórica y creación literaria en el Lope de Aguirre de Otero Silva", en Revista Iberoamericana (Pittsburgh University, Pennsylvania), Nos. 130-131 (enero-junio 1985), págs. 273-282.

  • OTERO SILVA, Miguel, Lope de Aguirre, Príncipe de la Libertad. Barcelona / Caracas / México D.F., Seix Barral, "Biblioteca Breve", 1979.

  • OTERO SILVA, Miguel, Lope de Aguirre, Príncipe de la Libertad. La Habana, Casa de las Américas, 1982.
  • SENDER, Ramón J., La aventura equinoc[c]ial de Lope de Aguirre, antiepopeya. Nueva York, Las Américas, 1964.
  • SENDER, Ramón J., "La aventura equinoc[c]ial de Lope de Aguirre, antiepopeya", en Ramón J. SENDER, Obra completa, 2 vols., Barcelona, Ediciones Destino, 1976-1977, Vol. II, 1977, págs. 357-777.
  • SCHLICKERS, Sabine (Univ. de Bremen), "5.3 Lope de Aguirre, Príncipe de la Libertad (1979) de Miguel Otero Silva", en su estudio La Conquista imaginaria de América: crónicas, literatura y cine, Frankfurt am Main, Peter Lang Edition, Colección "Hispano-Americana [Geschichte, Sprache, Literatur]", Vol. 48, 2015, bajo "5. El minotauro en su laberinto: Lope de Aguirre en literatura y cine", págs. 103-111.